Mensaje de la Presidenta del CEN del PRI, Doctora Claudia Ruiz Massieu, durante la Sesión Extraordinaria del Consejo Político Estatal de Nuevo León, realizada en las instalaciones del Sindicato de Agua y Drenaje de Monterrey, Nuevo León, el sábado 6 de abril de 2019.
Muy buenos días.
Saludo con mucho afecto a nuestros dirigentes en el estado, a Pedro Pablo y a Lorena, muchas felicidades.
Y saludo con afecto y entrañable respeto a todas y todos ustedes, cuadros y militantes distinguidos de nuestro partido en Nuevo León.
Compañeras y compañeros de partido.
Consejeros y consejeras:
Me da un enorme gusto por fin estar aquí con ustedes en esta sesión extraordinaria del Consejo Político Estatal.
Este Consejo Político Estatal, que hoy le refrenda su confianza a Pedro Pablo y a Lorena, la dirigencia que con mucha decisión defendió los triunfos de nuestro partido el año pasado, logrando la ratificación de nuestros triunfos en Guadalupe, en Apodaca y en otros más de 20 municipios.
La dirigencia que con talento político pudo articular el respaldo y el compromiso del priismo de Nuevo León y de todo el país, para volver a ganar Monterrey con Adrián de la Garza.
Felicidades, muy merecida la confianza que de nueva cuenta sus compañeros de partido les brindan como dirigentes.
Hoy, como nunca, el PRI debe asumirse como el partido histórico que es. No para voltear a hacer un recuento de los logros del pasado, sino para tomar con firmeza el papel que debemos tener en esta nueva etapa de México.
Hoy, como nunca, el país de instituciones democráticas, del régimen de derechos y libertades que construimos los priistas, está en riesgo.
La construcción del Estado social y democrático de derecho que tenemos, es cierto, ha sido una tarea colectiva de todas y de todos los mexicanos de todos los rincones del país.
Pero en esa construcción, el PRI tuvo un papel preponderante y justamente por eso hoy no debemos perder de vista nuestra responsabilidad histórica.
Los priistas tenemos hoy que asumir la responsabilidad no con quienes nos precedieron como arquitectos del México moderno, sino con quienes vendrán y esperan que nosotros estemos a la altura de las circunstancias.
Hoy es tiempo de defender el pacto fundacional expresado en nuestra Constitución y que sentó el andamiaje jurídico y legal para que las aspiraciones sociales y políticas de la Revolución se materializaran.
Hoy es tiempo de que los priistas nos erijamos defensores de esta Constitución, que consagra la República representativa, democrática, laica y, sobre todo, federal.
Es tiempo de pelear por mantener la separación de poderes, por respetar la soberanía de los estados y las facultades constitucionales de los municipios.
Hoy es momento de decir que no permitiremos más las regresiones autoritarias y centralistas que promueve la nueva mayoría que hoy gobierna, aunque a veces la aritmética nos derrote.
Porque tenemos principios, porque tenemos congruencia, porque tenemos perspectiva y visión histórica y porque tenemos convicción, no podemos dejar de levantar la voz.
Es el tiempo de decir no a la intentona de doblegar al Poder Judicial mediante su expansión sin fundamento lógico ni histórico para garantizarle el control al Ejecutivo federal.
Es el tiempo de decir no al uso político de la procuración de justicia y de los instrumentos de investigación del Estado mexicano, para silenciar a quienes piensan distinto y para aniquilar la diversidad de opiniones que es inherente a una sociedad democrática.
Es tiempo de decir no al nombramiento de perfiles impertinentes para controlar los organismos constitucionales autónomos.
Es tiempo de decir no a la desaparición de los apoyos institucionales que empoderan y protegen a las mujeres, para privilegiar la conformación de clientelas a modo.
Es tiempo de decir no a las decisiones caprichosas disfrazadas de democracia participativa, que cancelan la competitividad del país y el futuro de nuestros hijos.
Es tiempo de decirle o a las decisiones tomadas sobre las rodillas, que generan más problemas de los que pretenden resolver.
Es tiempo de decirle no al plan con maña, que pretende que el nombre del Ejecutivo Federal estén en la boleta en el 2021, para generar condiciones de inequidad y quitarle a la oposición el derecho legítimo de participar y de representar los intereses de la diversidad de la sociedad mexicana.
Si el PRI es el partido histórico de México, si el PRI es el partido más leal a las instituciones de la República, si el PRI es el partido que tiene el compromiso indiscutible con la democracia y la justicia social, no podemos dejar de levantar la voz, de defender a México y de defender a nuestras familias. Si no lo hacemos nosotros, entonces ¿quién?
Esa es nuestra responsabilidad histórica: estar a la altura de los desafíos que están poniendo en riesgo a nuestro país. Esa es nuestra responsabilidad histórica con nuestros hijos y con quienes vendrán.
Como nuestra responsabilidad también es acelerar el proceso de renovación del partido, reivindicar a la militancia y su papel central en la vida partidaria; recuperar la cercanía con la gente y conquistar de nueva cuenta su confianza.
Tambien es nuestra seguir siendo, cada vez más, una oposición firme y crítica, pero también constructiva. Y donde gobernamos, encabezar gobiernos honestos, transparentes, de resultados y con cercanía con la ciudadanía.
Cada priista, donde esté, en el estado que viva, con la posición que ocupe dentro del partido o de alguna administración pública, tiene una responsabilidad con el partido, aún más: con México.
Con su actitud, con su actuación, con su voz cada priista debe estar listo para demostrar la convicción de que nos toca, a todos juntos, fortalecer y mejorar al partido; y nos toca a todos juntos defender a las familias mexicanas y a las instituciones democráticas.
El momento es ahora, el momento es hoy, el momento no va a volver y hay que tomarlo con toda decisión.
Al priismo de Nuevo León le toca seguir construyendo fortaleza; le toca seguir construyendo inclusión; le toca seguir construyendo equilibrios, le toca seguir saliendo al territorio a encontrarse con la ciudadanía, a reivindicar lo que nuestros gobiernos han hecho por las familias de Nuevo León, a aceptar los errores que nos llevaron a perder la confianza, pero a volverse a comprometer con la gente, con su bienestar y con nuestra militancia.
Al priismo de Nuevo León le toca poner cada ladrillo que construya los cimientos para que, en el 2021, el PRI retome el lugar que le corresponde, conduciendo Nuevo León con principios, con visión, con congruencia y con lealtad.
En este reto, en todos estos retos vamos juntos, los priistas de Nuevo León, el Comité Ejecutivo Nacional y los millones de compañeras y compañeros de partido de todo el país, que no le vamos a sacar la vuelta a nuestra responsabilidad histórica, y vamos a defender a México y vamos a defenderlo por nuestros hijos.
Un poquito anticlimático, pero llegamos al fin, de la sesión y una vez agotados todos los puntos del Orden del Día, damos por clausurada esta Sesión Extraordinaria del Consejo Político.
Siendo las 12 del día con 44 minutos, de este día, 6 de abril, se declara –entonces- formalmente concluido el trabajo de esta Sesión Extraordinaria.
Muchas gracias.