El norte del Estado de México es mi lugar de origen. Nací en Atlacomulco y de niña viví en Acambay; del ejemplo de mis padres y abuelos aprendí el valor de la familia, el trabajo y la amistad, que siguen siendo para mí los más grandes obsequios que la vida me ha entregado.
Soy una mujer plena: la familia que he formado -mis hijos Verónica, Carolina y Ernesto, y ahora mi nieta Valeria- es mi mayor satisfacción y alegría; además, tengo muchísimos amigos a los que agradeceré siempre su afecto y, como corresponde a las mujeres de nuestro tiempo, un trabajo que me ha permitido crecer como persona y como profesional.
Vivo en Metepec, un municipio vibrante, de gente trabajadora, creadora y orgullosa de sus tradiciones.
Tengo una sola vocación verdadera: la política a través del servicio público, a la cual me he dedicado 30 años, en ámbitos muy diversos: investigación y análisis para proyectos legislativos, prevención y readaptación social, asistencia social, arte y cultura, seguridad social, comunicación pública y fomento a la inversión empresarial.
He colaborado en más de diez dependencias del Gobierno del Estado de México, siempre comprometida con la gente, partiendo de una filosofía de honestidad, responsabilidad y trabajo en equipo con la que, creo, debemos actuar todos los servidores públicos para convertirnos en verdaderos agentes de apoyo y solución de las necesidades de las personas y las comunidades.
Cada paso dado, cada oportunidad de trabajo, ha sido una fuente de aprendizaje invaluable, que me ha permitido comprender mejor a las personas y su circunstancia.
Por ejemplo, fui Jefa de la Unidad de Investigación y Evaluación de la Dirección General de Prevención y Readaptación Social, cargo que me permitió adentrarme en el mundo de quienes, por razones diversas, han delinquido y compurgan una pena en prisión. Esa labor fue para mí mucho más que una rutina; me llevó a reflexionar acerca de temas profundos: la exclusión social, el alma humana, el perdón, la reivindicación y, desde luego, la libertad.
Colaboré también en el Consejo Estatal de Población, como Secretaria Técnica. Fue una inmejorable ocasión para entender las verdaderas dimensiones del Estado de México, el más poblado del país, el de las grandes cifras. Eran años en los que el número de habitantes crecía a razón de mil por día.
Una de mis mejores experiencias la tuve en el Patronato del Sistema DIF del Estado de México, del que fui Secretaria Ejecutiva. Nuestra misión era generar recursos para programas dirigidos a apoyar a los sectores más necesitados de la sociedad: niños, mujeres y adultos mayores, muchos de ellos enfermos o en situación de maltrato y abandono.
Realizamos ahí una intensa actividad que nos permitió recaudar fondos para la remodelación, reequipamiento y mantenimiento de hospitales y albergues; para el financiamiento integral de las clínicas de Niños Quemados, de Nefrología y de Niños con Leucemia del Hospital para el Niño, y apoyos directos a familias de escasos recursos para trasplantes renales y de córneas, adaptación de prótesis y órtesis, medicamentos, transporte y alimentación.
Quien puede trabajar en lo que le gusta es afortunado. Yo lo he sido, sin ninguna duda. Disfruté mucho ser Directora General del Instituto Mexiquense de Cultura, tiempo que compartí con un equipo de personas creativas y entusiastas con quienes impulsamos la restauración y remodelación de museos, centros regionales de cultura, recintos y monumentos religiosos; la catalogación, incremento y restauración del acervo artístico bajo resguardo del Instituto, así como el Programa Editorial, que logramos colocar como el más importante del país en el ámbito de las instituciones públicas de cultura. También instauramos el Festival de las Almas, en Valle de Bravo, y el FestinArte, diseñado para introducir a los niños en el mundo de la cultura.
Por un lapso breve pero de importantes enseñanzas, fui directora del Instituto de Seguridad Social del Estado y Municipios, el ISSEMyM. Es una institución grande, por el número de sus derechohabientes (más de 800 mil), y por la calidad de sus servicios.
Más tarde llegué a la Dirección General del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, con un objetivo principal: transformarlo en la empresa pública de comunicación líder entre los estados de la república. Lo conseguimos mediante la ejecución de un proyecto integral para la modernización tecnológica, mejoramiento de la oferta programática, renovación de instalaciones, instrumentación de nuevas formas de financiación y la apertura de cuatro nuevas estaciones de radio en FM y una en AM. Así se consolidó como un espacio público plural, abierto a la diversidad e incluyente de todas las corrientes de opinión.
En 2009 me convertí en la primera mujer en ocupar el cargo de Secretaria de Desarrollo Económico del gobierno estatal. Ahí dedicamos nuestros mayores esfuerzos a fomentar la inversión y el empleo en el Estado de México, con acciones de modernización de los servicios que facilitan la llegada de capitales, la instalación y operación de empresas y, por ende, la creación de fuentes de trabajo para los mexiquenses.
Fortalecimos también los programas dirigidos a promover a las pequeñas y medianas empresas, como uno de los pilares de la economía de la entidad y, con particular énfasis, robustecimos los dirigidos a mujeres, a fin de que potenciaran sus cualidades como empresarias.
Precisamente la equidad de género ha sido una de las causas que con más convicción he abrazado. Cada responsabilidad que he tenido la he aprovechado para desplegar apoyos y alicientes para las mujeres que, como yo, han decidido salir al mundo del trabajo, la educación y la política. Lo hago con verdadero conocimiento de los retos que las mujeres enfrentamos para hacer cumplir nuestro derecho al crecimiento profesional, personal y familiar, y de la necesidad de erradicar la violencia en su contra.
He tenido el honor de recibir varios reconocimientos, como los pergaminos Sor Juana Inés de la Cruz, Alexander Von Humboldt y Leona Vicario de la Benemérita Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística Estado de México; el Premio Principios 2008 a los Mejores Contenidos de la Radio y la Televisión Mexicana, otorgado por el Consejo de la Comunicación; el Tlacuilo 2008, de la Asociación de Cronistas Municipales; el Premio Nacional de Periodismo José Pagés Llergo 2007, en la modalidad de Análisis y Opinión, otorgado al Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, por la barra de opinión de Canal 34; la Venera Isidro Fabela al Servicio Público 2008, del Consejo de Decanos de Atlacomulco, Colegio de Abogados del Norte del Estado de México; el Reconocimiento al Servicio Público Destacado del Gobierno del Estado de México; el Reconocimiento al Trabajo Voluntario, entregado por el Patronato del DIFEM en el XXXVI Día del Voluntariado, y la Presea I+T Gob 2011, del Comité Nacional de Informática de la Administración Pública Estatal y Municipal al Sistema Único de Gestión Empresarial del Gobierno del Estado de México.
Una de mi más grandes satisfacciones ha sido ser Presidenta Municipal de Metepec, el lugar que hace muchos años se convirtió en mi casa y la de mi familia y donde he encontrado a los mejores amigos; la tierra de tradiciones, cultura y progreso de la que me siento orgullosa y a la que tuve el honor de servir.
Después, mi gente de Metepec y de los municipios de Calimaya, San Mateo Atenco, Chapultepec, San Antonio La Isla y Mexicaltzingo, que integran el Distrito Federal 27, me dieron su voto y su confianza para representarlos en la Cámara de Diputados del Congreso del Unión; función que desempeño actualmente, con el firme compromiso de contribuir a la dignificación de la figura de las y los diputados y a la recuperación de la confianza de la ciudadanía en sus representantes.
Paralelamente, en agosto de 2015 tuve el privilegio de ser designada por mis compañeras y compañeros Secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional de mi partido, el Revolucionario Institucional, en un periodo en el que tuve la oportunidad de trabajar junto a quien presidió nuestro instituto con dotes de gran político: el licenciado Manlio Fabio Beltrones, a quien mucho agradezco su generosidad y enseñanzas.
Desde el 20 de junio pasado, en cumplimiento de la norma estatutaria, me ha correspondido encabezar el Comité Ejecutivo Nacional, responsabilidad que asumo como el más alto honor que puede tener una militante de este partido. Lo hago con emoción y con el compromiso de sumar los talentos y energía de las y los priistas de todo el país en la tarea servir a México.
Si pienso en lo más valioso que me han dejado estos años dedicados a servir a mi Estado y a mi país, puedo decir, con toda certeza, que ha sido la posibilidad de formar un gran equipo de trabajo al que se han ido sumando constantemente compañeras y compañeros de gran dedicación y profesionalismo; hoy son amigos a los que reconozco y aprecio.
Con ellos comparto una idea que me parece básica para quienes hemos tomado el camino de servir a la ciudadanía como nuestra razón de ser profesional y social: los proyectos de éxito se construyen en equipo, no llegan solos, y el esfuerzo siempre recibe su recompensa.
Nuestro país, nuestra Patria, necesita servidores públicos emocionados y entregados al cien por ciento a la responsabilidad que se les encomienda. Cada quien debe hacer lo que le toca y hacerlo bien, hacer siempre lo correcto, con honestidad, valor supremo de la vida personal y profesional.